Un video que circula masivamente en redes sociales ha generado conmoción y controversia en distintos países. En las imágenes se observa a una mujer en un estado alterado de comportamiento, mientras una voz —presuntamente la de su hijo— registra el momento. El clip suele ir acompañado del texto en inglés: “A woman was captured by her son while she was possessed” (“Una mujer fue captada por su hijo mientras estaba poseída”).

El material, de pocos minutos de duración, muestra a la mujer con movimientos bruscos, expresiones faciales inusuales y un tono de voz que muchos usuarios han calificado como perturbador. La grabación, realizada en lo que parece ser una vivienda particular, rápidamente se volvió viral, acumulando millones de visualizaciones y miles de comentarios.


Reacciones divididas

Las reacciones no se hicieron esperar. Mientras algunos usuarios aseguran que se trata de un caso de posesión demoníaca, otros sostienen que el video podría corresponder a una crisis psicológica, neurológica o emocional, o incluso a una puesta en escena con fines de impacto en redes sociales.

“Esto no es normal, necesita ayuda espiritual urgente”, escribió un usuario. En contraste, otros comentarios llamaron a la prudencia: “Podría ser una persona sufriendo un episodio médico. No deberíamos sacar conclusiones sin información”.

Qué dicen los expertos

Especialistas en salud mental han señalado en casos similares que comportamientos extremos pueden estar relacionados con trastornos disociativos, ataques de pánico severos, epilepsia, consumo de sustancias o episodios psicóticos, y advierten sobre el riesgo de interpretar estos cuadros desde una perspectiva exclusivamente sobrenatural.

Por su parte, antropólogos y estudiosos de la religión recuerdan que la idea de la posesión está profundamente ligada a creencias culturales y religiosas, y que su interpretación varía según el contexto social.

Falta de información confirmada

Hasta el momento, no se ha confirmado la identidad de la mujer ni el lugar exacto donde ocurrió la grabación. Tampoco existe un comunicado oficial por parte de autoridades médicas o familiares que aclare la situación, lo que deja muchas preguntas abiertas sobre la autenticidad y el contexto del video.

Un llamado a la responsabilidad digital

El caso vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la difusión de contenido sensible en redes sociales. Expertos recomiendan evitar la viralización sin contexto y priorizar la empatía, recordando que detrás de cada video hay personas reales que podrían estar atravesando situaciones críticas.

Mientras el clip continúa circulando, el episodio se convierte en un reflejo del poder —y los riesgos— de las redes sociales para amplificar imágenes impactantes sin verificación ni análisis profundo.